17 ene 2010

Desierto sin sol

Voy y vengo, yendo y viniendo, recorriendo los mismos pasos todos los días. Viendo las mismas tiendas, casi la misma gente. Hoy hubo algo diferente. Hoy vi a alguien que ofrecía predecir el futuro usando unas cartas muy desgastadas.

Lo primero que pensé fue que esta persona era un embaucador, un timador de los más cínicos, ofreciendo falsos servicios a plena luz del día. Pero luego pensé que sí me gustaría saber que me espera en algunos meses. Quisiera saber con certeza ¿cuánto tiempo pasará antes que logre mis objetivos más preciados? ¿cuánto tiempo pasará para poder sentirme segura y estable?

No quiero que este hombre me lo diga. No quiero que nadie me lo diga.

De pronto pienso que lo interesante del presente radica casualmente en ignorar el futuro. No conocer el camino a tomar porque la realidad es que en la vida uno podría encontrarse frente a momentos, situaciones que nos harían tomar el camino menos pensado.